Estamos gestando un concierto particular que todavía no ha nacido. Un concierto que acabará de redondearse del todo el día que nos encontramos todos juntos en el rastrojo. Las canciones serán truñillas meditarráneas y andinas, como siempre lo suelen ser nuestras melodías. Sin embargo, esta vez el tejido sonoro con el que jugaremos será distinto. Queremos llenar nuestros cantos con muchas voces. Nos proponemos CREAR y CRIAR un rato musical íntimamente comunitario. Participativa. Llena de mensajes de la tierra. Y del mar. Con la vida en el centro y la alegría del encuentro como la mejor excusa. Un concierto concéntrico lleno de sonidos periféricos. Un concierto migrante. Un concierto con cantos de uso, tonadas de acostarse, cantos de oficios, y sonoridades que quieren salir a contar.
Una fiesta de verano. Uno dar y recibir. Uno compartir nuestras cosechas. Un canto orgánico periférico espontáneo. Un espacio de niños, jóvenes, mayores y padrinas. Un concierto solar que nos salpique a todos.
En el mundo andino, no sólo se crían los niños y los animales, sino también los alimentos. Se Cría y Cultiva lo que se cuida, lo que se ama. Lo que tiene vida y sentido. Por eso, hemos elegido criar música también. Y criar el mar.
Y tú… si tuvieras que sembrar en el mar, ¿qué semilla elegirías?